Descubre el nombre del macho de la cabra Capra aegagrus hircus o machocabrío
El mamífero Capra aegagrus hircus, clasificado como un artiodáctilo y perteneciente a la subfamilia Caprinae, fue domesticado alrededor del octavo milenio a. C. con el principal propósito de obtener carne y leche.[1] El término utilizado para referirse al macho de la cabra es "cabrón" (aunque en ciertos países de habla hispana se considera una palabra inapropiada), también conocido como "cabro", "chivo", "macho cabrío", "irasco", "castrón" o "chivato". Las crías de la cabra son llamados "cabrito", "chivito", "choto" o "baifo". El conjunto de estos animales, criados por humanos, se conoce como "ganado caprino" o "ganado cabrío".[1]
Hábitateditar
Las cabras adaptan perfectamente a terrenos con pendientes y vegetación abundante, ideales para su supervivencia. Aprovechan el rocío de la mañana y disfrutan especialmente la hierba fresca, por lo que en verano se les lleva a pastar temprano. Al contrario, evitan zonas pantanosas que las afectan negativamente y trepan por terrenos montañosos para encontrar su alimento en abundancia, incluso en tierras poco fértiles donde consumen zarzas y espinos.
Según Linneo, existen alrededor de seiscientas especies de plantas que pueden alimentar a las cabras, pero tienen la peculiaridad de que algunas son evitadas en ciertas ocasiones. Mientras disfrutan de plantas como el díctamo, el pentafilion y la cicuta ordinaria, huyen de otras como la sabina, la zaragatona y el fruto y hojas del bonetero, que pueden ser dañinos e incluso letales para ellas. Tras pastar en la mañana, se les lleva al establo para que descansen y se protejan del calor durante el día. En invierno, se alimentan con sarmientos de viñas, ramas de olmos y fresnos, así como con rábanos y nabos.
El clima perfecto para el desarrollo de las cabras es el frío, ya que se ha observado que en países situados al norte, donde el clima es más frío, crecen más y son más grandes en comparación con las que se crían en países del sur.
Generalidadeseditar
La cabra: un ser noble de pequeño tamaño, con cuernos en forma de arco, ágil y experto en saltar y escalar. Se encuentra en casi todo el mundo, especialmente en zonas montañosas. Aunque también existen cabras salvajes, la mayoría han sido domesticadas por el ser humano.Estos animales son criados por su leche, que se utiliza para la producción de quesos, así como por su carne, piel y pelo. Algunas razas son especialmente criadas por su pelo, como la angora originaria de Turquía o la cachemira.El macho recibe el nombre de cabrón o macho cabrío, mientras que las crías se conocen como cabritos, chivos o chivas, hasta que alcanzan el año de edad. A partir de entonces, se les denomina primales o primalas, hasta los dos años. A partir de los dos años, los machos se llaman llanos y las hembras cabras. Una vez cumplidos los tres años, los machos se llaman cuatreños y los castrados, especialmente aquellos que han sido padres, se les conoce como castrones.
Reproduccióneditar
Los cabritos son apropiados para la crianza entre dos y siete años, siendo la edad óptima los tres años. Esto se ha observado debido a su robustez y desarrollo. A los seis años, el macho ya suele estar débil y agotado, lo que afecta a la salud de las crías. Por lo tanto, es importante evitar este problema, así como la precocidad en la reproducción. Aunque las cabras pueden procrear a los ocho meses y los machos a los doce meses, los resultados serían defectuosos...
La época adecuada para la reproducción es de septiembre a noviembre, aunque en algunos climas puede ser en mayo o en invierno.
Durante el período de gestación, es crucial cuidar de las cabras con atención y cuidado, asegurándose de que siempre tengan acceso al agua y alimentándolas con la mejor comida. Además, es necesario ayudar a las cabras en el momento del parto, ya que puede ser un proceso difícil. Después del nacimiento, el cabrito debe ser amamantado durante un mes o hasta seis semanas, y gradualmente se debe acostumbrar a consumir otros alimentos, como hierba fresca o heno de buena calidad, reduciendo la cantidad de leche hasta que se acostumbre por completo.
Mitologíaeditar
En Mendes, una ciudad ubicada en Egipto, la cabra era un animal que gozaba de gran veneración debido a su relación con Pan, una deidad importante en la zona. Dicha adoración era tal que se prohibía su sacrificio, ya que se creía que Pan se había ocultado bajo esta figura. Por lo tanto, representaban a esta divinidad con cabeza de cabra.
Por otro lado, en Tebaida la situación era opuesta, ya que allí se reverenciaban las ovejas y se sacrificaban las cabras. En la mitología griega, las cabras estaban asociadas con Zeus, en honor a la ninfa Amaltea, quien había sido la nodriza del dios y se representaba como una cabra que lo alimentó en una cueva en Creta. En la cultura lacedemonia, por su parte, se ofrecían en sacrificio a Hera.
Entre los romanos, la importancia de la cabra también se hacía presente en la figura de la diosa Juno Sospila, quien solía ser representada con una piel de este animal en sus medallas. Incluso en la obra de Homero, se menciona una cabra blanca como parte de un sacrificio dedicado a Apolo, de quien el poeta era devoto.
Perjuicios de su críaeditar
El pastoreo de cabras tiene un impacto negativo en la desertificación del territorio. Al consumir todas las plantas que nacen y alimentarse incluso de los cables de los parques solares, las cabras no son compatibles con la sostenibilidad de la tierra.
El pastoreo de ovejas, por el contrario, es beneficioso para la tierra, ya que no aniquila plantas ni causa erosión o compactación debido a su peso. Son adecuadas para tierras pobres y no generan los problemas mencionados anteriormente.
La educación de las cabras en países con árboles, cultivos y tierras de cultivo es una tarea difícil. A menos que se sometan a una estricta domesticidad, estas criaturas son capaces de destruir no solo las plantas jóvenes, sino también las viejas. Incluso las defensas creadas para protegerlas resultan inútiles ante su habilidad para trepar árboles y llegar a su alimento favorito: las ramas tiernas. El obstáculo no es rival para estas resistentes cabras.
Para evitar estos inconvenientes, es fundamental tomar medidas preventivas. Una opción efectiva es...
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Entre los múltiples beneficios que las cabras brindan al agricultor, uno de los más destacados es la producción de leche. Sin embargo, no todas las cabras son igualmente aptas para este propósito, por lo que es importante escoger aquellas que sean grandes, fuertes, ligeras, de pelo espeso y con ubres gruesas y largas.
Una vez seleccionadas las cabras con estas características, existen todavía medidas que el agricultor puede tomar para aumentar la cantidad y calidad de la leche. Por ejemplo, asegurarse de que tengan acceso a buenos pastos y beban agua mezclada con hierbas beneficiosas como dictamo y pentafilion, así como proporcionarles sal de vez en cuando y ordeñarlas dos veces al día: por la mañana y por la tarde.
Al igual que con las vacas, es importante realizar adecuadamente el proceso de ordeño, con movimientos continuos y descendentes en la ubre para evitar que la leche se separe de la manteca. La leche de cabra es considerada muy saludable y es consumida tanto cruda como cocida en diversos platos. De hecho, en muchos pueblos se mantienen grandes rebaños de cabras con el único propósito de obtener su leche.
A menudo, la leche de cabra también se utiliza con fines medicinales, ya que absorbe las propiedades de las plantas que el animal ha ingerido y se coagula fácilmente. Por esta razón, en lugares donde abunda y no se puede consumir toda la cantidad producida, es común utilizarla para elaborar queso, a menudo mezclada con leche de vaca, como ocurre en algunos puntos de Asturias.