Descubre en qué año se construyó el Coliseo de Roma y su fascinante historia
El Coliseo o Anfiteatro Flavio, también conocido como Colosseum en italiano y Colosseo en latín, es un imponente edificio construido durante la época del Imperio romano en el siglo I. Se encuentra situado al este del Foro Romano y fue considerado el mayor anfiteatro construido en todo el Imperio. Inicialmente conocido como Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), este lugar recibió más tarde el nombre de Coliseo (Colosseum) gracias a la presencia de una enorme estatua, el Coloso de Nerón. Originalmente erigida en honor al emperador Nerón, esta estatua sufrió cambios a lo largo del tiempo y finalmente desapareció.
Arquitecturaeditar
El Anfiteatro Flavio es un imponente edificio ovalado que se extiende a lo largo de 189 metros, 156 metros de ancho y alcanza una altura de 48 metros. Su perímetro elíptico se extiende a lo largo de 524 metros. La construcción de esta obra maestra fue llevada a cabo gracias a vigorosos esfuerzos realizados por un gran número de trabajadores en varios turnos durante todo el día. El uso de elementos prefabricados contribuyó a esta construcción modular. Por lo tanto, se considera que este edificio ha sido un ejemplo a seguir para la construcción de recintos deportivos modernos, ya que cuenta con un diseño ingenioso y ofrece soluciones a problemas actuales.En el interior del edificio, se encuentra uno de sus mayores tesoros: las gradas, también conocidas como cávea. Sin embargo, en este caso, no se aprovecharon los desniveles del terreno, sino que se construyeron en diferentes niveles, apoyados sobre pilastras de travertino. Esto permitió crear un complejo sistema de pasillos abovedados y escaleras, que garantizaban un flujo continuo de personas. En su construcción, se utilizaron diversos tipos de bóvedas, como la bóveda de cañón y la bóveda de arista, lo que confería al interior del edificio una gran complejidad y belleza.
La Edificación del Coliseo Romano Una Investigación Cronológica
El imponente Coliseo, también conocido como Anfiteatro Flavio, fue edificado entre los años 72 y 80 dC por orden de los Emperadores Flavios, Vespasiano y Tito.
Con sus 188 metros de longitud y más de 50 metros de altura, este anfiteatro romano es considerado el más grande de su época. Además, se ha convertido en el símbolo más reconocido de la ciudad de Roma.
Hoy en día, el Coliseo sigue siendo uno de los destinos turísticos más populares, recibiendo a más de 6 millones de visitantes cada año. Una visita a este majestuoso lugar es imprescindible para entender la grandeza del Imperio Romano.
El desmoronamiento de un santuario sagrado
En los siglos XVII y XVIII, durante la Contrarreforma, los Estados Pontificios comenzaron a reivindicar el valor religioso del Coliseo. Aunque en un principio había sido utilizado para torturar a los primeros cristianos, ahora empezaba a ser visto de otra manera.
Se comenzó a cristianizar el Coliseo, construyendo capillas y un viacrucis para honrar a los mártires. Según Santangeli, el anfiteatro se consagró al culto de los mártires gracias a estas reformas.
A día de hoy, apenas quedan vestigios de su uso religioso. Aunque el Papa sigue realizando un Viacrucis en su exterior cada viernes Santo, la mayoría de las capillas y elementos religiosos que había en su interior fueron destruidos en el siglo XIX.
Usoseditar
El Coliseo, también conocido como el Anfiteatro Flavio, fue un lugar de grandes eventos en la antigua Roma. Allí se celebraban diversos espectáculos, incluyendo peleas de gladiadores, conocidas como munera, que eran patrocinadas por ciudadanos y no por el Estado. Estos eventos, además de tener un fuerte componente religioso, eran una demostración de poder e influencia familiar que resultaban muy populares entre la plebe. Otro espectáculo muy apreciado era la caza de animales, o venatio, en la que se utilizaban bestias salvajes traídas desde África, como rinocerontes, hipopótamos, elefantes, jirafas, leones, panteras, leopardos, cocodrilos y avestruces. Estas batallas y cacerías se llevaban a cabo en escenarios con árboles y elementos naturales.
Al principio, el Coliseo era utilizado para naumachiae, o batallas navales simuladas, según relatan autores clásicos. En los juegos inaugurales del año 80, el emperador Tito ordenó que se llenara el piso inferior de agua para mostrar a caballos y toros nadando, y también se recreó una célebre batalla entre griegos y corintios. Sin embargo, hay historiadores que cuestionan si realmente se llevaron a cabo estas batallas navales, ya que no se han encontrado evidencias sólidas.
El poeta Marcial también menciona los juegos inaugurales del Coliseo y narra una memorable pelea de gladiadores entre Vero y Prisco, que se mantuvieron combatiendo hasta la extenuación sin que ninguno pudiera vencer al otro. Ante tal muestra de valentía y resistencia, el emperador Tito decidió perdonarles gracias a la aclamación del público. Este hecho tan excepcional fue recogido en la obra de Marcial, Liber spectaculorum.
Cambio de dinastía
El reinado de Vespasiano marcó el fin de la dinastía Julio-Claudia y el comienzo de la dinastía Flavia. Luego de una larga batalla civil, Vespasiano se declaró vencedor y comenzó a gobernar con firmeza. Su hijo y futuro emperador Tito logró una importante victoria en Judea, conquistando la región y obteniendo un gran tesoro de guerra. Esta hazaña fue conmemorada con la construcción del Arco de Tito, un monumento que ha perdurado hasta nuestros días, al igual que el Coliseo romano. Ambas construcciones están conectadas a través del tiempo, ya que el botín obtenido por Tito fue utilizado para financiar la construcción del Coliseo.
Vespasiano, al iniciar la dinastía Flavia, enfrentaba grandes desafíos. Aunque había logrado la victoria en la guerra civil y se encontraba al mando del imperio, su posición era precaria debido a sus orígenes humildes y la falta de un linaje importante en la historia romana. La dinastía Flavia era una de las élites sociales más nuevas de Roma, con Vespasiano como un eques, una categoría que estaba justo debajo del título de senador.
El nuevo emperador era un hombre decisivo y con claras ideas. La situación en Roma estaba en crisis después de años de desequilibrio en el poder y líderes ineficientes, egoístas y egocéntricos. Algunos incluso considerados locos como Nerón o Calígula. Todo culminó en el año de los cuatro emperadores, que desembocó en una guerra civil en la que Vespasiano fue uno de los protagonistas principales. Él entendía la necesidad de cambiar esta situación y consolidarse en el poder, como se puede ver en su política y obras. Su proyecto más ambicioso, la construcción del Coliseo romano, es una clara demostración de su determinación.
Historiaeditar
En el año 29 a.C., el cónsul romano Estatilio Tauro decidió edificar un impresionante anfiteatro en el Campo de Marte, siendo éste el primero de gran tamaño en la ciudad, equipado con todas las facilidades necesarias. Desafortunadamente, este majestuoso edificio se destruyó en el gran incendio de Roma de 64 d.C., lo que despertó la necesidad de construir uno nuevo para la urbe romana.
Sin embargo, el Coliseo no sólo fue una solución práctica para los espectáculos públicos y lúdicos, sino que también fue un regalo del emperador Vespasiano al pueblo. De carácter público, este edificio servía como sede de entretenimiento, donde se celebraban gratuitamente batallas entre gladiadores y fieras salvajes, se recreaban batallas mitológicas y se llevaban a cabo simulacros de combates navales. Todos estos espectáculos tenían lugar durante el día, al aire libre. Además, los asientos eran asignados según la jerarquía social: los lugares inferiores eran reservados para el emperador y los senadores, mientras que los asientos más altos estaban destinados a esclavos, extranjeros y mujeres.
El Coliseo fue también símbolo y homenaje al emperador Vespasiano. Su construcción tenía un claro propósito propagandístico y de exaltación de su figura. Las obras del Coliseo iniciaron durante el reinado de Vespasiano, entre los años 70 y 72 d.C., y finalizaron en el año 80 bajo el mandato de su hijo, el emperador Tito. El lugar elegido para su emplazamiento fue un llano entre las colinas de Celio, Esquilino y Palatino, por donde fluía un río que había sido canalizado. Además, este lugar había sido devastado por el Gran incendio de Roma en 64 d.C., el cual fue aprovechado por Nerón para tomar posesión de la zona...