Consejos para manejar el divorcio con hijos pequeños y determinar la custodia
La tendencia hacia la custodia monoparental está en retroceso en España, a pesar de seguir siendo la forma de custodia más frecuente. En 2020, la custodia monoparental se otorgó en el 58,4% de los casos, registrando una disminución en comparación con años anteriores. De todos los casos de custodia monoparental o exclusiva, la gran mayoría (58%) recae en las madres. Por otro lado, la custodia compartida representa el 41,4% del total de casos de custodia, experimentando un aumento considerable en menos de diez años. Desde Vilches Abogados, expertos en Derecho de Familia en Madrid, examinamos cómo ha evolucionado la doctrina en relación a la custodia de menores en procesos de divorcio con hijos.
La prioridad absoluta del niño
La toma de decisiones sobre la custodia de un hijo menor está influenciada por diferentes factores. Uno clave es el nivel de cuidado y atención que cada progenitor puede brindar a sus hijos.
En la actualidad, en nuestra sociedad moderna, se tiende a otorgar la custodia compartida cuando ambos progenitores tienen la capacidad de proporcionar un cuidado y atención igual de satisfactorios para sus hijos. Esto se debe a que permite que ambos padres participen activamente en la crianza de sus hijos.
Por el contrario, si solo uno de los progenitores está en condiciones de otorgar un cuidado y atención adecuados, entonces es más probable que se le conceda la custodia exclusiva.
En la decisión de la custodia de un hijo menor, uno de los aspectos primordiales es el cuidado y la atención que cada progenitor pueda brindar a sus hijos.
En nuestra sociedad actual, cuando ambos progenitores tienen la capacidad de brindar una atención y cuidado similar, se suele optar por la custodia compartida. Esto se debe a que permite la involucración mutua de ambos padres en la crianza de sus hijos.
Por el contrario, si solo uno de los progenitores es capaz de ofrecer el nivel adecuado de cuidado y atención, es más probable que se le otorgue la custodia exclusiva.
Cambios en la Responsabilidad Parental Modificación de la Guarda y Custodia
En determinadas situaciones, el padre puede obtener la custodia exclusiva de su hijo cuando ciertas circunstancias así lo justifiquen. Esto podría suceder si el padre ha sido el principal cuidador del niño, si la madre ejerce una mala influencia en la relación con el padre, o si demuestra poco interés en el cuidado de su hijo. En tales casos, es posible que se le otorgue la custodia exclusiva al padre.
En un proceso de divorcio que involucra a hijos menores, es posible modificar las medidas parentales dictadas por el juez en caso de no existir un acuerdo previo entre las partes, o si las medidas acordadas en un principio han dejado de ser efectivas debido a nuevas necesidades de los hijos o cambios en las circunstancias de los padres. Este es un tema que ha sido abordado recientemente por nuestro equipo, logrando un resultado exitoso al conseguir modificar la custodia monoparental a custodia compartida para el padre.
El artículo 90 del Código Civil otorga a los padres el derecho de modificar su plan de paternidad sin necesidad de acudir nuevamente al tribunal. En otras palabras, si tanto el padre como la madre han llegado a un acuerdo respecto al cuidado de sus hijos, pero en algún momento deciden cambiar estos acuerdos, pueden volver a solicitar la aprobación del tribunal para un nuevo plan, o simplemente llegar a un nuevo acuerdo entre ambas partes.
El cuidado de los hijos durante el divorcio Una prioridad esencial
Cuando pensamos en el divorcio, a menudo lo vemos como un conflicto entre dos personas. Sin embargo, es importante recordar que, cuando hay hijos en común, la ruptura matrimonial debe manejarse con cuidado para proteger a los menores y garantizar su bienestar. Es fundamental velar por su interés y asegurar que la situación entre la pareja no tenga un impacto negativo en su crecimiento.
Los padres deben asegurarse de que su divorcio o separación no tenga efectos perjudiciales en la vida de sus hijos menores. También es importante minimizar su impacto lo máximo posible. Para lograrlo, deben considerar sus circunstancias personales y profesionales al ejercer la custodia de manera adecuada y responsable.
En caso de separación o divorcio, el bienestar de los niños depende en gran medida del buen entendimiento entre sus padres. Esta es una tarea sencilla en teoría, pero desafiante en la práctica, ya que las relaciones personales no siempre son perfectas.
Cuál es la opción ideal de cuidado para los niños
La opción recomendada por abogados expertos en Derecho de Familia es sin duda la custodia compartida. Además, la jurisprudencia está avanzando cada vez más en este sentido, demostrado por el aumento anual de rupturas con esta modalidad en diversas Comunidades Autónomas como Cataluña, Navarra, Comunidad Valencia, Euskadi y en el resto donde se está trabajando en esa dirección.
La custodia compartida implica que ambos progenitores compartan la guarda y custodia de sus hijos, dedicándoles un tiempo similar (el cual no tiene que ser necesariamente el cincuenta por ciento). Esto implica vivir cerca el uno del otro y, lo que es aún más fundamental, asegurar que el niño pueda mantener sus rutinas como antes de la disolución matrimonial.
En estos casos, por lo general, no se establece una pensión alimenticia de una parte a otra ya que ambos progenitores asumen de forma equitativa los gastos de alimentación, sanidad, educación y vestimenta. Aunque en ciertas ocasiones, se puede establecer una pensión de alimentos a favor de los hijos si hay una gran diferencia de ingresos entre los progenitores.
Guía para obtener la custodia compartida pasos y momentos indicados
Si aún no has consultado con un abogado, es probable que hayas pasado por una ruptura o separación reciente y que tú y tu ex pareja todavía no hayan comenzado el proceso de divorcio. Es importante que sepas que, tanto antes, durante y después del divorcio, tienes la posibilidad de solicitar la custodia compartida.
La custodia compartida puede ser ejercida desde el momento en que se produce la interrupción de la convivencia entre los padres, no es necesario que un juez te conceda permiso para ello. Esta opción está disponible para ambos progenitores, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
Frecuentemente, con la decisión de iniciar un procedimiento de divorcio, uno de los progenitores suele abandonar el hogar familiar. Esto suele conllevar a que también se interrumpa la convivencia con los hijos menores, pero esto no es necesariamente así. Existen alternativas para que ambos progenitores puedan seguir compartiendo la custodia de los hijos.
Acuerdos de encuentros después de la separación conyugal
El régimen de visitasEs el derecho de la madre o padre que no cuenta con la custodia de sus hijos de poder visitarlos y comunicarse con ellos.
Según el artículo 94 del Código Civil, "la autoridad judicial determinará el tiempo, modo y lugar" en que el progenitor sin custodia "podrá ejercitar el derecho de visitarlos, comunicar con ellos" y también tenerlos en su compañía".
Otro punto relevante es el artículo 160 que se refiere a las medidas paternofiliales y establece que, salvo ciertas circunstancias, los hijos menores tienen derecho a relacionarse con sus progenitores, aunque no ejerzan la patria potestad. Además, el artículo también contempla el derecho de los menores a relacionarse con sus hermanos, abuelos y otros parientes y allegados.
El enfoque clave debe ser alcanzar un consenso
Mantener una buena relación entre los padres ante una situación de divorcio es crucial para ayudar a los niños a sobrellevarla de manera positiva. Aunque a veces pueda parecer difícil debido a la decisión de separarse, es importante intentar mantener las rutinas cotidianas para que los niños se sientan seguros y estables durante el proceso. Por ejemplo, continuar llevando al niño a sus actividades extraescolares como lo hacía el padre antes de la demanda de divorcio.
Durante este tiempo, es fundamental hablar con el niño y explicarle la situación de manera comprensible para él. También es importante permitirle expresar sus emociones, tanto las positivas como las negativas.
Por supuesto, ambos padres deben sentarse a negociar un convenio regulador que regirá su divorcio y, por supuesto, la vida de sus hijos una vez que se complete el proceso. Lo más importante es evitar un proceso judicial que pueda afectarles de manera negativa. De hecho, si el juez ve que los padres mantienen una buena relación, es probable que no se dicten medidas cautelares en su contra.
Es cierto que, en el caso de un divorcio con hijos, no es posible recurrir a la fórmula del 'divorcio express' con un notario. Sin embargo, siempre es mejor optar por un divorcio amistoso en términos económicos, temporales y, especialmente, emocionales, en comparación con un divorcio contencioso.