que avales significa

Descubre el significado de los avales y su importancia en diferentes ámbitos

Un aval tiene la finalidad de funcionar como respaldo en el cumplimiento de compromisos, garantizando el pago de una deuda ajena en caso de incumplimiento por parte del deudor.

Garantía en el entorno de los negocios

El aval en el ámbito comercial se refiere a la firma que se coloca al pie de una letra de cambio o documento de crédito. Esta firma implica el compromiso de que el avalista responderá por su pago en el caso de que la persona que asumida esa obligación no la cumpla.

El aval puede entenderse como un compromiso unilateral de pago a favor de un tercero. El beneficiario del aval recibirá la prestación si el deudor no cumple con sus compromisos de pago. La persona que firma el aval es conocida como avalista o garante.

El avalista actúa como garante de obligaciones ajenas, cubriendo únicamente el pago del préstamo y sus intereses en caso de que el deudor original incumpla con sus responsabilidades. En el caso de que el avalista sea un banco, se le conoce como aval bancario.

Distinciones entre la garantía bancaria y el respaldo de seguro

Diferencias entre tradicionales y seguro de caución en cuanto a costos y ventajas financieras

Una de las principales diferencias entre los tradicionales y el seguro de caución radica en su aspecto económico, siendo este último más barato y beneficioso financieramente para empresas y particulares que requieren una garantía.

En otras palabras, el seguro de caución ofrece ventajas financieras a favor de la caución, resultando en una opción más rentable.

A diferencia de los emitidos por entidades bancarias, la caución no se incluye en la CIRBE y suele evitar pignoraciones y gastos adicionales, lo que mejora la capacidad crediticia de las empresas que lo solicitan.

Comprendiendo la función del aval una explicación detallada

El aval es un contrato que establece la responsabilidad de cumplir con ciertas obligaciones ante un tercero. En otras palabras, una persona o entidad se compromete a garantizar tus deudas o las obligaciones no monetarias que hayas adquirido con el acreedor, ya sea un banco, la Administración u otra empresa.

También conocido como fianza o afianzamiento, se trata de un complemento al contrato principal que se utiliza para brindar seguridad jurídica a las transacciones antes de llevarlas a cabo. De esta manera, el prestatario o receptor de los servicios reduce el riesgo al que se expone, ya que en caso de incumplir sus obligaciones, el avalista asumirá la responsabilidad.

Sin embargo, para que el aval sea válido, es necesario que exista un contrato por escrito. Comúnmente, este contrato se formaliza mediante un aval notarial con el objetivo de brindar mayor respaldo legal, especialmente en transacciones comerciales. En este caso, un notario participa en el proceso para legitimar a las partes, autenticar las firmas y asegurar la legalidad del aval.

Cómo obtener un aval

Si necesitas presentar una garantía para impulsar tu negocio o asegurar su funcionamiento, es importante que tengas una clara estrategia a seguir y que sepas qué documentos son necesarios para agilizar el proceso.

En el año 2023, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) formalizaron avales por un valor superior a los 2.500 millones de euros, lo que representó un aumento del 12% en la financiación ofrecida a pequeñas y medianas empresas y autónomos en comparación con el año anterior. Según datos de CESGAR, esta financiación ya ha beneficiado a más de 176.200 empresas y ha contribuido a mantener 973.686 puestos de trabajo.

El principal objetivo de estas sociedades es facilitar el acceso a la financiación para pequeñas y medianas empresas y autónomos. Una de las ventajas de contar con el aval de una SGR es que te colocará en una posición más favorable para negociar con la entidad bancaria, lo que podría llevar a una reducción de los tipos de interés y/o a ampliar los plazos de devolución.

Sacando provecho a la hora de pedir un crédito hipotecario

En ocasiones, al solicitar un préstamo hipotecario, se requiere un aval cuando la estabilidad laboral del cliente es precaria o inestable. Este aval se exige cuando el monto solicitado supera el 80% del valor de la propiedad que se desea adquirir, según la valoración oficial, o si la cuota mensual supera el 30% de los ingresos del cliente.

El aval suele ser otorgado por personas físicas en forma de aval personal, comprometiéndose a cubrir posibles deudas, o mediante garantías reales como muebles o inmuebles.

Este requisito se hace necesario para garantizar la devolución del préstamo y proteger a la entidad financiera en caso de que el cliente no pueda asumir el pago. Por tanto, es importante tener en cuenta estas condiciones al momento de solicitar un préstamo hipotecario y asegurarse de contar con un aval adecuado en caso de ser requerido.

Qué es un aval

El aval es un contrato de protección financiera mediante el cual una persona o empresa se compromete a cubrir una deuda en representación de otra persona. En otras palabras, el avalista asume la responsabilidad de realizar el pago a un tercero si el avalado no cumple con lo establecido en un acuerdo.

Según la Real Academia Española (RAE), el aval implica una obligación de cumplir con una promesa hecha por otra persona en caso de incumplimiento, y su origen se remonta a Londres, donde se utilizaba en operaciones comerciales como letras de cambio.

El avalado, por su parte, es aquella persona o entidad que contrata un aval para garantizar un pago a un tercero. De esta manera, obtiene el respaldo de un banco o aseguradora en caso de que no pueda cumplir con lo acordado en un contrato.

Plazo y caducidad de una garantía bancaria

El aval bancario puede tener un plazo indefinido, es decir, sin caducidad o, por el contrario, una fecha de fin concreta. La cuantía del aval vendrá establecida, en el caso de un alquiler de una vivienda, por el número de mensualidades que solicite el arrendador.
Una vez aprobada la operación, el banco otorgará el documento de aval bancario al solicitante que, a su vez, le dará una copia a su arrendador. La concesión del aval implica para el cliente el pago de una serie de comisiones, como de estudio, de formalización y mensuales.
En el periodo de tiempo establecido, y siempre que el solicitante no cumpla con lo acordado en su contrato de alquiler, el arrendador podrá solicitar al banco las mensualidades no abonadas. Para ello deberá demostrar también el impago de dichas mensualidades. Una vez abonadas las mensualidades, el Banco podrá reclamarlas al solicitante.
Si el plazo de duración del aval expira sin ninguna incidencia, el propio banco cerrará el aval y dará la operación por finalizada. El cliente avalado deberá recuperar el aval físico para poder cancelarlo adecuadamente.

Condiciones económicas

Hay muchas opciones de avales disponibles a través de compañías aseguradoras. Estas compañías brindan la misma proteccción que los avales tradicionales, solo que en lugar de cobrar comisiones, cobran primas.

Ejemplo de Aval

Imaginemos que una compañía gana un contrato público para brindar servicios. En consecuencia, la entidad responsable del contrato exige una garantía (aval) en caso de que la compañía no cumpla con las condiciones pactadas. Si esto sucediera, la entidad puede ejecutar la garantía y recibir una compensación por los daños ocasionados.

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